miércoles, 18 de noviembre de 2009

virus hepatitis C (VHC)


Introducción
Frente a un cuadro de hepatitis, los tests virológicos permiten: hacer el diagnóstico diferencial del agente etiológico; tomar decisiones terapéuticas; efectuar el monitoreo y seguimiento; evaluar la persistencia, severidad y respuesta a la terapia.

Los tests virológicos son de dos tipos:

Serológicos: se basan en la búsqueda de marcadores virales, en este caso, en la detección de antígenos y/o anticuerpos específicos.
Moleculares: utilizan la reacción en cadena de polimerasa (PCR) y la carga viral para efectuar la detección cuali o cuantitativa de RNA y/o DNA viral, lo que permite efectuar la tipificación y detección de la cepa viral.
Virus hepatitis C (VHC)
En la Fig. 1 se muestra en forma esquemática la estructura del virus hepatitis C. En la Fig. 2 se muestra la curva serológica que se produce tras la infección; se puede ver que la seroconversión es tardía, por lo que la determinación de anticuerpos no discrimina si la infección es aguda, crónica o activa; además es débil y hasta puede estar ausente en inmunocomprometidos. Puede haber falsos positivos (HMD) e indeterminados y tienen paso transplacentario. Por ende, su presencia sólo indica contacto con VHC.

El diagnóstico de VHC se puede hacer mediante detección de RNA viral; el método de elección es la PCR, que tiene alta sensibilidad (40 copias/ml) e indica que existe viremia circulante. La presencia de RNA positivo para VHC significa que existe una activa replicación viral.

El examen de PCR se indica para: evaluar si hay o no infección activa, cuando se encuentra un anticuerpo anti-VHC positivo; hacer diagnóstico precoz de una infección aguda; resolver problemas en inmunodeprimidos (falsos negativos); resolver casos de anti-VHC dudoso; evaluar la transmisión vertical; monitorizar la respuesta viral sostenida en pacientes en tratamiento; evaluar la reinfección en pacientes trasplantados; en la actualidad, en muchos países se está utilizando la PCR viral para realizar estudios en pool de donantes, debido a su alta sensibilidad.

En la Tabla I se observan los patrones serólogicos que se pueden presentar con los dos marcadores, los anticuerpos anti-VHC y el RNA. Si ambos exámenes son negativos, lo más probable es que no exista infección por este virus. Si hay anticuerpo negativo y RNA positivo, lo más probable es que se trate de una primoinfección en etapa previa al período de seroconversión; cabe destacar que la primoinfección puede cursar con viremias intermitentes, de modo que no se puede descartar una infección aguda hasta que, con el tiempo, se defina si la PCR es positiva o negativa. Si hay anticuerpo positivo y RNA negativo, significa que hubo recuperación de la infección, espontánea o mediante tratamiento; o bien, se podría tratar de un falso positivo de anticuerpos. Si ambos son positivos, lo más probable es que se trate de una infección crónica, pero no se puede descartar una infección aguda.

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